Ángel
Sánchez es, sin lugar a dudas, uno de los emprendedores consentidos de mi país,
Venezuela. Nació un 7 de Octubre en Valera, en el Estado Trujillo, donde desde
joven estuvo muy en contacto con la moda. Su madre era modista, y se crió inmerso
en los patrones y diseños de su negocio. Sin embargo, su vocación se inclinó
hacia la arquitectura. Y lo llevó a cabo, nada más y nada menos que en la
Universidad Simón Bolívar, en Caracas. Se graduó en 1984 y ejerció por unos
años… pero al poco tiempo se dio cuenta que le faltaba algo, su camino era la
moda. “Tras graduarme en Arquitectura, me
di cuenta que carecía de paciencia para ver mi trabajo transformarse en
edificios reales y fue entonces cuando decidí aplicar mi experiencia académica
y entrenamiento como arquitecto a mi pasión por la alta costura"
explica.
Algo
que siempre me ha llamado la atención, es su tranquilidad, en las entrevistas
siempre se muestra serio, pero accesible, es un hombre muy sincero pero sobretodo sencillo. Su estilo
de trabajo lo describe así “No me
considero obsesivo, pero sí puntual y exigente. Viene de mi formación como
arquitecto, mi manera de trabajar es tan evidente en mis creaciones,
especialmente en mi inclinación por líneas precisas y arquitectónicas. Yo
soy una especie de mezcla entre la adaptación y la estructura que me dan mis
estudios. Lo puedes apreciar en la
limpieza de líneas, en los cortes de mis diseños, en las proporciones, pero con
ese toque ornamental que da la fantasía de poner un bonito bordado. No soy un
diseñador de línea ready-to-wear; soy un diseñador para ocasiones especiales”. Su estilo es tan particular y original, que se
destaca casi sin esfuerzo, y es que por algo lo llaman “el arquitecto de la
moda”, sin duda un estilo muy venezolano, muy de Miss…
En 1987 abrió su propia empresa llamada
'Ángel Sánchez Couture' en Caracas. El negocio creció rápidamente y muchas
mujeres de la alta sociedad se convirtieron en sus clientas y seguidoras. Una
de las primeras puertas que se abrió para mostrar su trabajo fue la del
concurso Miss Venezuela, donde vistió a Maite Delgado en varias ocasiones. La
primera miss que vistió fue a una
representante de Trujillo, para luego diseñar los trajes de Alicia Machado para
el Miss Universo y Jackeline Aguilera en el Miss Mundo: “El Miss
Venezuela fue una gran plataforma para mi trabajo, con el que crecí muchísimo.
Sigo participando vistiendo a algunas chicas. Es increíble como el Miss Venezuela
creó mi reputación no sólo en Venezuela sino en Latinoamérica. Se me presentaba
como el diseñador de las misses, de las Miss Universo”.
Sin embargo su mayor fortaleza siempre ha sido los trajes de novia, yo
no conozco a ninguna mujer Venezolana que no le gustaría al menos probarse por
unos minutos un vestido de novia de este señor, y es que tener una de sus
creaciones en el día más importante de tu vida, es un sueño hecho realidad para
muchas.
A la fecha ya cuenta con mas de 25 años de carrera, los últimos 10 ha
estado residenciado en Manhattan, a donde decidió llevar su marca y empezar de
nuevo, sin duda conquistar la gran manzana no debió ser nada sencillo para un
diseñador independiente. Fue en 1997 cuando decidió internacionalizarse y salir
de Venezuela, un paso que le generaba
muchas dudas, sobre todo cuando Venezuela siempre lo ha hecho sentir un
triunfador, la idea le venía rondando la cabeza desde años atrás, pero no se
animaba, con respecto a lo que conquistar la meca de la moda de Estados Unidos
significó explica: “NY es otra historia, una de supervivencia y muchísimo
aguante. También evolución y crecimiento profesional. Es una lucha que hoy
estoy feliz de haberla luchado.” Y en
otra entrevista profundiza un poco más sobre la parte menos glamorosa que le
tocó vivir con este logro: “Lo mío es sinónimo de inspiración, así como “si lo
hizo Ángel Sánchez yo también puedo” me gustaría que fuese ejemplo para la
gente que está empezando, los sueños si son posibles. Me vine a New York
sin mucho “business plan”, si lo
pensaba mucho no lo hacía. Ha sido un camino duro, ese atrevimiento, esa osadía
a hacer la carrera de nuevo, porque en Venezuela estaba consolidado, tenía
reconocimiento y fama. Acá me tenía que probar a golpes, cada vez que llegaba
al aeropuerto Kennedy, me entraba como un dolor en un lado, cada vez que
mostraba mis colecciones el cuerpo se me tensaba, pero me quería quedar, no me
quería regresar. Iba a Venezuela recibía la palmadita en la espalda y me volvía
a venir."
El estudio de Ángel Sanchez |
La primera vitrina que le dieron en la quinta avenida, en Henri Bendel
salió en la primera plana en la prensa de Venezuela, y él se decía: “Yo no
me devuelvo ni que me agarren a palos” definitivamente quería
lograrlo, tenía su objetivo muy claro.
Triunfar fuera de tu país, fuera de tu zona de confort es sin lugar a
dudas una aventura, así lo describe “… una cruzada que hay que asumir primero
con modestia y luego con mucha fortaleza. Es empezar desde cero. Hay que dejar
a un lado la idea de que uno lo sabe todo. Hay que absorber y estar pendiente
de todo lo que está ocurriendo, y asimilarlo e incorporarlo a tu trabajo
creativo. Y, por otro lado, está el proceso de disciplina. Hay mucha
competencia en esta profesión y ello podría destruir tu fortaleza rápidamente
si no tienes las ideas claras. Las cosas en Estados Unidos no se hacen de la
noche a la mañana. Hay que ser perseverante. (...) Yo asumí el riesgo de abrir mi propio showroom y representación acá porque era la única manera en que
podía ofrecer mi producto de la manera que yo creía adecuada. Ahora tengo mi
equipo, que no es realmente venezolano sino gente que está dentro del medio de
la moda americana, que lo conocen bien, y eso me ayuda.”
Las
venezolanas representan a la fecha un 30% de su clientela, aunque ya no tiene
ninguna tienda en Venezuela, viajan a NY donde Ángel las atiende personalmente.
“Ellas vienen a NY y yo me desvelo por atenderlas. Es una historia de amor
recíproca. No hay razones para justificar esa fidelidad. Yo les ofrezco
atención personalizada con genuino cariño y entrega, pero además estoy
convencido de que la venezolana se identifica plenamente con mi estilo, que
desarrollé complaciéndolas desde hace 25 años.” Al mudarse a NY dejó de contar
el numero de Novias a quienes vistió, dice que en Venezuela fueron más de 600.
No
se considera un diseñador latinoamericano, su origen es latinoamericano y lleva
en alto el nombre de su país. Pero es un fiel abanderado de romper con todos
los estereotipos latinos sobre la impuntualidad, informalidad e indisciplina.
Desde su empresa, representa a su país y a toda la reunión con una compañía
competitiva internacionalmente. “No quiero sentir que mi trabajo tiene sentido
solamente por el hecho de que los latinos estemos de moda ahora; mi trabajo
viene teniendo sentido colección tras colección. Pero, claro, algo ayuda. Sólo
espero que no sea algo pasajero, porque yo estoy haciendo una carrera con idea
de permanencia.” Agrega.
Uno
de los mayores retos a los que se ha tenido que enfrentar, más que el solo
hecho de recrear nuevamente su nombre en otro país, es diversificar su estilo,
ya que en principio notaba que tenía mucha carga de la moda que funcionaba
perfectamente en Venezuela, pero que era difícil ofrecerla a una estadounidense
o a una francesa, por ejemplo. Su estilo ha ido globalizándose poco a poco,
ampliando la visión de su trabajo. Aprendiendo, de los mejores, como por
ejemplo Oscar de la Renta y Carolina Herrera. Con quien tiene una muy buena
relación “Carolina Herrera es nuestro principal exponente del glamour. Con su
carrera no sólo ha abierto las puertas a los venezolanos en la moda, sino a
toda Latinoamérica. Ese es su mérito y se lo ganado por su talento y
profesionalidad. Cada vez que necesito hablar con ella, está conmigo, me apoya
y me ha dado consejos estupendos. Se ha dado cuenta de mi firme determinación y
me respeta. Siempre se lo agradeceré.”
En
2010 fungió como uno de los jueces de la versión latinoamericana del exitoso
reality show 'Project Runway' transmitido por el canal de cable Glitz. “Participar en este programa me ha ayudado a
estar más en contacto con el talento creativo latinoamericano. Hay un potencial
increíble en nuestros países, un talento joven que está listo para ser
descubierto. Por mi parte, estoy feliz de poder aportar mi experiencia y apoyar
a los talentos jóvenes latinoamericanos”. Sin embargo, cuenta que rápidamente
se hizo la fama del severo del programa, y aclara que no le importa mucho su
imagen, que los participantes están comenzando y están allí para aprender.
En
1999 ingresó en el prestigioso Consejo de Diseñadores de EEUU (CFDA, por su
sigla en inglés). Meryl Streep, Queen Latifah, Taylor Swift, Salma Hayek,
América Ferrara y Beyoncé lucieron diseños de Ángel Sánchez en la alfombra
roja. El trujillano vistió de novia a Eva Longoria, Roselyn Sánchez y a Sandra
Bullock. Sánchez ha recibido varios premios por su trabajo, entre los que se
destacan el Gold Coast Fashion Award (1998), el MODA Award de Washington, D.C.
(1999), el Casita María New Designer Award (1999); y el
New Star Award of Miami (2000).
Emprender
es sin duda, uno de los actos más valientes, no es solamente lo que implica
llegar a la cima, y todo lo que aprendes en el camino, es también permanecer en
ella. Y sobre esto Sánchez concluye: “Ser un diseñador exitoso y a la vez
independiente es una carrera cuesta arriba. Lo importante es no vender el alma
por la vanidad de lograr un éxito más rápido… mi reto es permanecer en este
competitivo mundo de la moda y demostrar a través de mis colecciones que salí
de mi país porque tenía algo que decir”
Fuentes: